lunes, 7 de julio de 2014

Los Denisovanos ¿quién somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?

Hace ya dos veranos, dediqué todo mi tiempo de lectura a devorar los seis libros de Jean Marie Auel, que constituyen la serie de "Los Hijos de la Tierra".


Fruto de su propia investigación, la escritora americana desarrolla y describe con detalle las posibles relaciones entre los hombres de Cromañón y los hombres de Neardental.

Independientemente del estilo narrativo novelado del conjunto de estos libros, construidos como auténticos "best sellers", podría pensarse que son un gran ejercicio imaginativo. Pero, como explica la autora, están basados en pruebas documentales que ya existían sobre la más que posible relación parental entre individuos de la especie homo neardenthalensis y los de la homo sapiens, cuando inició la escritura de sus libros en 1977. Hay pruebas de que neandertales y sapiens convivieron en Eurasia durante al menos 30.000 años. 

Según Tomás Marqués, genetista del Instituto de Biologia Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra (CSIC), los europeos compartimos un  2,5 % de nuestro genoma con los Neardentales.

Este mismo investigador fue el único español  participante en los trabajos del equipo liderado por Svante Pääbo, del Instituto Max Planch de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), que secuenciaron el ADN mitocondrial de un fragmento de hueso proveniente del dedo de una niña encontrado en la Cueva de Denisova de los montes Altái, en Siberia.
Vista dorsal del hueso cuyo ADN se ha secuenciado, una falange del pie de una niña hallada en la cueva de Denisova (BENCE VIOLA, ABC 18-12-2013)

Estos estudios han llevado a la identificación de otra nueva posible especie del género Homo, no conocida hasta el 2010, en que se publicaron los trabajos, el Hombre de Denisova, especie que vivió entre hace un millón y 40.000 años atrás, y que compartió hábitat con Neardentales y Sapiens en amplias zonas de Eurasia (de Siberia a Nueva Guinea), y proveniente, muy probablemente, de una migración desde África diferente de las de neardentales y sapiens.
Una mujer Neardental (Archivo ABC 18-12-2013)

Estos hombres de Denisova o denisovanos parecen ser más parecidos a los neardentales que a nosotros los sapiens, compartiendo un ancestro común, que posiblemente se separó mucho antes (800.000 años) de la del homo sapiens.

Recientemente se ha publicado (enero 2014) la secuenciación del genoma completo del neandertal por el grupo de Svante Pääbo, y se ha apreciado un pequeño flujo de genes entre las especies neandertal y denisovana, de alrededor de un 5 %.

En wikipedia podemos leer, que en diciembre de 2013, el equipo de Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro, y Eudald Carbonell en colaboración con el mismo Svante Pääbo, han publicado en la revista 'Nature' que la secuenciación de ADN mitocondrial de un fémur procedente del yacimiento de la Sima de Los Huesos, en Atapuerca, de hace 400 000 años, ha mostrado mayor relación con el ADN denisovano que con el neandertal, lo que abre paso a la hipótesis de una compleja relación entre las distintas especies de Homo en Eurasia.
Figure 1: Localización del lugar de la Sima de los Huesos en ek Pleistoceno Medio (amarillo) además de los lugares en que se han encontrado ADN Neardental (rojo) y ADN Denisovano (azul). Meyer M, et al. A mitocondrial genome of a hominin from Sima de los Huesos. Nature 505, 403-403 (16 enero 2014) doi:10.1038/nature12788

Pero el flujo genético no sólo se ha dado entre neardentales y denisovanos, recientemente un equipo liderado por investigadores del Instituto de Genómica de Pekín (BGI) y la Universidad de California ha explicado que la adaptación a la altura de los habitantes del Tíbet se debe al cruce con los homínidos de Denisova, ya extintos. "El ADN del tipo denisovano que hemos encontrado en el genoma de los tibetanos implica que la adaptación a los ambientes locales podría facilitarse con el flujo de genes de otros homínidos que se han adaptado previamente a este tipo de entornos. Este hallazgo único puede ayudarnos a reexaminar casos similares de evolución rápida en el futuro”, ha declarado  Xin Jin, investigador del BGI y coautor del trabajo publicado una vez más en “Nature” esta misma semana.
Mujer tibetana / FOTO: Prasad Kholkute - SINC (CRÓNICA GLOBAL 7-7-2014)

Así pues, las típicas y tópicas preguntas de quién somos, de dónde venimos y a dónde vamos, lejos de tener rápidas y sencillas respuestas, son cada vez más complicadas, pero a la vez más interesantes de responder, ya que como mínimo, los recientes descubrimientos ponen en solfa muchas cosas que se daban por sentadas, y nos mueven a continuar dudando de nosotros mismos.


Al menos personalmente, se me hace cada vez más apasionante seguir el devenir de los actuales y futuros estudios, que tantos otros están realizando por ahí. Y como mínimo espero poder seguirlos a nivel local, no por ello menos importante, desde instituciones como el Instituto Catalán de Paleontologia Miquel Crusafont, la Fundación Atapuerca, el Museo de la Evolución Humana de Burgos, o el propio Museo Nacional de Ciencias Naturales, de tan grato recuerdo para mí desde que lo visité con el colegio cuando era pequeño.




Licencia de Creative Commons
Los Denisovanos ¿quién somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos? by Jesús Almeda is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://unsencilloespectador.blogspot.com.es/2014/07/los-denisovanos-quien-somos-de-donde.html.

lunes, 21 de abril de 2014

El agua, el grafeno y la química orgánica alternativa


Hace tiempo ya, que me impactaron los comentarios de un querido profesor, aún en activo, mientras en clase estudiábamos uno de los elementos químicos más misteriosos y vitales, el agua.

Evidentemente toda la clase versó sobre las excelencias de las propiedades de ésta, pero un detalle me llamó poderosamente la atención y aún continúa maravillándome. 

 Surgido de la unión del elemento más común en la naturaleza y el universo, el hidrógeno, con el más tóxico y agresivo de los elementos químicos, por su avidez en unirse a otros elementos, el oxígeno, produce las moléculas con más potencial químico de la naturaleza.

Por lo visto, las increíbles propiedades del agua se basan fundamentalmente en la disposición física y arquitectónica de los enlaces entre oxigeno e hidrogeno. Los enlaces covalentes entre los elementos que la componen le confieren unas características especiales, que hacen de esta sustancia de las más adaptables en la naturaleza. 

La bipolaridad de sus moléculas y los enlaces de hidrogeno son los que le confieren otra parte de sus cualidades, pero como ya advierte John Emsley, divulgador científico, el agua es una de las sustancias químicas más investigadas, pero sigue siendo la menos entendida

Evidentemente, mi atracción por esta sustancia puede estar sesgada por el hecho de que yo mismo este compuesto en parte, -entre un 65 y un 75 %-, por ella. No es de extrañar, pues, que el hidrógeno (10%) y el oxigeno (65%) sean los elementos químicos que se encuentran en mayor proporción en nuestro cuerpo. ¿Cuál es el tercero? ¡El carbono, por supuesto! con un 19,37 %. 

El carbono, que junto a los anteriores y el nitrógeno forma la base de la química orgánica, es otro de los elementos asombrosos de la naturaleza. También, aunque mucho se ha estudiado, el carbono, de número atómico seis y valencia cuatro según la tabla periódica, sigue deparando sorpresas. 

El carbono puede adoptar múltiples formas de presentación según las condiciones a que se someta en la naturaleza o artificialmente, dentro o fuera de nuestro planeta, es lo que se han denominado formas o estados alotrópicos del carbono.
Estas formas van desde uno de los minerales más blandos y base de los carbones, el grafito, hasta uno de los minerales cristalizados más duros, el diamante

En octubre de este año se cumplirán diez desde que Andre Geim y Konstantin Novoselov subiesen al repositorio arXiv un artículo que les valdría el premio Nobel en 2010. Se trataba de la primera vez que se obtenía un material de dos dimensiones (2D) con unas propiedades electrónicas muy particulares, el grafeno

Se trata de una sola capa de grafito, que alguna vez se creyó ser imposible y tiene propiedades eléctricas, térmicas y físicas extraordinarias. Puede ser producido por epitaxia (deposición química de vapor) en una superficie aislante, o por exfoliación mecánica (pelado repetido). Sus aplicaciones pueden incluir reemplazar al silicio en dispositivos electrónicos de alto rendimiento. 

El interés despertado y el uso de moda de este grafeno se pone de manifiesto en muchas de las noticias aparecidas últimamente: Investigadores de materiales de la Universidad de Vanderbilt (Tennesse, EEUU) han logrado crear un supercondensador hecho de silicio cubierto de una doble capa de grafeno que permitiría a un móvil durar semanas sin cargar. Según investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) el grafeno es capaz de convertir la luz en electricidad de una manera mucho más eficiente que los materiales conductores convencionales. Una empresa española - Graphenea - recibirá una inversión de un millón de euros aportada de manera conjunta por Repsol y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Y hasta Bill Gates ha decidido invertir 100.000 dólares para crear preservativos de grafeno.

La revista de ingeniería Spectrum calculaba en junio de 2013 que habría del orden de 100 compuestos con verdaderas posibilidades de conseguirse en dos dimensiones (2D) o monocapa

Y más aún, un nuevo material puede revolucionar la industria, y no es el grafeno. Se llama disulfuro de renio - ReS2 - y su descubrimiento como primer semiconductor que tiene las mismas propiedades electrónicas tanto en monocapa como en multicapas abre la puerta a aplicaciones electrónicas hasta ahora reservadas a los materiales de dos dimensiones y facilita el estudio de la física bidimensional usando cristales tridimensionales fáciles de obtener. 
(Referencia: Tongay, S at el (2014) Monolayer behaviour in bulk ReS2 due to electronic and vibrational decoupling, Nature Communications, 5 Article number: 3252) 

Quizás debido a la bioquímica orgánica que nos soporta y constriñe, seguimos pensando en el carbono como el único elemento apto para soportar las estructuras moleculares de la “vida”, es la llamada tesis del chauvinismo del carbono. Pero, ¿existe una bioquímica alternativa a la del carbono?

Reproduciendo directamente de wiquipedia: “Un elemento químico básico que ha sido propuesto para un sistema bioquímico alternativo es el átomo de silicio, puesto que el silicio tiene muchas propiedades químicas similares al carbono, tiene los mismos cuatro enlaces, y está en el mismo grupo del tabla periódica, el grupo 14. La ciencia ficción ya había sido pionera en la utilización parcial de compuestos de silicio en un ser vivo. Como se describe en la autopsia del primer vector del monstruo en Alien: el 8º pasajero, de Ridley Scott, su sangre, formada por "ácido molecular", podía circular por el interior de su cuerpo sin destruir los tejidos gracias a las estructuras polisiliconadas de sus conducciones. También el empleo de estas siliconas en el recubrimiento externo le permitía sobrevivir en una amplia variedad de ambientes... incluyendo el vacío espacial.” 

Muchas más preguntas se vienen a la cabeza respecto a algo tan elemental y cotidiano como los elementos que nos componen. 

¿Se preguntaran cosas similares en el SETI?


Licencia Creative Commons
El agua, el grafeno y la química orgánica alternativa por Jesús Almeda se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://unsencilloespectador.blogspot.com.es/2014/04/el-agua-el-grafeno-y-la-quimica.html.