Recientemente
descubrí, en un foro de debate profesional, la noticia sobre un
nuevo sistema de alerta para emergencias. No sé qué tan nuevo es, porque
noticias relacionadas con este tipo de sistemas ya se venían oyendo.
Sin ánimo de hacer propaganda, el sistema bautizado como V2X,
consiste en un sistema que informa
a los vehículos y a las infraestructuras que interfieren en la conducción,
con datos relativos a nuestra posición y la velocidad a la que circulan los
vehículos de emergencia. La coordinación se consigue gracias al intercambio de
datos por wi-fi, sensores en vehículos y puntos estratégicos, e información de GPS,
entre otros. “El sistema ya ha sido probado con éxito en Europa, Japón y
Estados Unidos, donde la administración Obama estudia su regularización en el
año 2013. Ahora, gracias a un acuerdo con una Universidad de Tongji, en Shanhai,
la funcionalidad del V2X será puesta a prueba en China.”
Y son muchas las compañías automovilísticas que están
pendiente de su implementación, como ha demostrado el reciente evento “V2X for
Auto Safety & Mobility USA 2012”, el pasado 20 de marzo en
Novi (Michigan). También en Europa, instituciones como el “Austrian Institute of Technology”, del que
tengo buenas referencias, trabajan en este campo con alto rendimiento
comercial.
El
video es comercial pero ilustrativo.
Y pienso que es muy loable el esfuerzo que se está haciendo para coordinar e implementar todos estos sistemas y tecnologías, para salvar vidas y ahorrar recursos, pero…
¿Por qué
siempre prima el punto de vista comercial?
¿Por qué
se piensa que sólo se pueden poner en marcha en los países con recursos y no en
aquellos donde salvarían más vidas, los sin recursos?
Sinceramente creo que considerar estos medios y tecnologías, hoy
a nuestro alcance, como un lujo para ricos es un desgraciado prejuicio si no
una estulticia.
Otro ejemplo parecido, que lleva más tiempo entre nosotros es la domótica. “Se entiende por domótica el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar. Se podría definir como la integración de la tecnología en el diseño inteligente de un recinto cerrado.”
Cabe destacar entre las aplicaciones que se integran en estos
sistemas, los de ahorro energético y uso de engrías renovables, las
comunicaciones entre elementos de la casa y fuera de ella, el control de
la accesibilidad, la seguridad con sensores y cámaras, pero también la teleasistencia
médica.
Los sistemas domóticos pueden tener sus sistemas de control centralizados o distribuidos en diferentes módulos, y los sistemas de conexión pueden ser por interconexión local de dispositivos (IEEE 1394 -FireWire-, Bluetooth, Universal Serial Bus - USB- y IrDA), sistemas de conexión o redes de datos bien conocidos (Ethernet, Universal Plug and Play, HomePNA o Wifi), y otras redes o estandares de control y automatización (KNX/EIB, X10, EHS, Batibus y ZigBee).
Los sistemas domóticos pueden tener sus sistemas de control centralizados o distribuidos en diferentes módulos, y los sistemas de conexión pueden ser por interconexión local de dispositivos (IEEE 1394 -FireWire-, Bluetooth, Universal Serial Bus - USB- y IrDA), sistemas de conexión o redes de datos bien conocidos (Ethernet, Universal Plug and Play, HomePNA o Wifi), y otras redes o estandares de control y automatización (KNX/EIB, X10, EHS, Batibus y ZigBee).
Un ejemplo de
instalación domótica en un piso reformado de 90 m2 se puede visitar en
Barcelona.
Pero es sólo un ejemplo, pues en España la domótica tiene presencia mediante multitud
de empresas, algunas con más de 12 años en el mercado.
También la idea de restringir el uso de la domótica a los
barrios residenciales de alto standing, me parece un despilfarro, pues donde verdaderamente serían útiles y rentables
para la comunidad sería en las viviendas sociales.
Siempre estaré a favor de compartir la información y el libre acceso a la misma, por
eso me ha llamado la atención y comparto completamente el comentario
del programador finlandés Linus Torvalds, creador del sistema operativo de
código abierto Linux: "El código abierto es muy importante, es como
aplicar al software el enfoque científico de construir a partir del trabajo
publicado abiertamente por los demás. Y el software es demasiado importante en
el mundo moderno como para que no sea desarrollado de esa forma".
Y aún más, me congratulo
de la estupenda noticia
de que Linus Torvalds
y el médico japonés Shinya
Yamanaka recibieran el pasado 13 de junio en Helsinki el Premio
Millennium de Tecnología de 2012, el galardón más importante del mundo en
este campo y considerado el "Nobel" de tecnología.
Yamanaka, finalista del Premio Príncipe de Asturias de
Investigación 2012, desarrolló el primer sistema que permite generar este tipo
de células madre sin recurrir a los embriones humanos, lo que elimina los
problemas éticos en la investigación biomédica.
"Usando su método
para crear células madre, los científicos de todo el mundo están haciendo
grandes avances en la investigación de fármacos y biotecnología, lo que algún
día permitirá generar con éxito tejidos para implantes quirúrgicos y combatir
enfermedades como el cáncer, la diabetes y el Alzhéimer", señaló
la Academia de Tecnología Finlandesa promotora del premio.
Y por esto, tanto Yamanaka como Torvalds son para mí auténticos
ejemplos, como otros aparecidos en este blog, que dan sentido a la palabra globalización.
GPS, domótica, células madre y globalización. por Jesús Almeda Ortega se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.
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